Folla como una puta, pica como una abeja - Annaleigh Reno
Productora
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Estrellas
Descripción
La impresionante zorra Annaleigh Reno, una rubia tetona con un cuerpo hecho para el pecado, vive para que le follen sus estrechos agujeros sin sentido, pero hoy está intercambiando orgasmos por puñetazos en un acalorado combate de boxeo con su musculoso hermanastro. Su sudoroso sparring piel con piel crepita con tensión, pero la mierda golpea al ventilador cuando su malvado gancho lo deja inconsciente. Ahora, esta pequeña zorra sucia tiene que enmendarse, y está lista para ponerse sucia. Arrancando sus pantalones cortos, ella desata su monstruosa y venosa polla, con la boca hecha agua mientras se sumerge, sorbiendo y chupando con una mamada sucia y digna de mordaza que lo deja retorciéndose de éxtasis. Su polla dura como el acero late, rogando por más, así que la embiste hasta el fondo de su garganta, poniendo a prueba sus habilidades de garganta profunda. Annaleigh, una profesional hambrienta de pollas, se traga cada centímetro grueso, la baba goteando mientras su coño afeitado lo empapa, palpitando y desesperado por una embestida salvaje. Su coño prácticamente ruega por ser rellenado, y se muere por sentir esa enorme verga abriéndola y haciéndola gritar. Su hermanastro, ahora salvaje de lujuria, golpea su polla gigante en su empapado ojete, arrastrándola a lo perrito con embestidas brutales, sus manos azotando su gordo y rebotante culo hasta que se pone rojo, sus gemidos de guarrilla llenan la habitación. El cuerpo de la rubia curvilínea se estremece, su apretado coño lo agarra mientras ella se ahoga en un placer crudo y destrozador. La voltea en la posición del misionero, inmovilizándola las piernas hacia atrás para perforarla más profundamente, sus grandes tetas se sacuden con cada embestida despiadada. Ella se sube encima, montándolo al estilo vaquera inversa, su jugoso culo golpeando su polla mientras lo folla como una estrella porno, su coño espasmódicamente en un clímax deslumbrante. La sesión depravada termina con él derramándole una carga espesa y pegajosa por toda la cara, cubriendo sus labios y barbilla con una corrida desordenada. Lección aprendida: mejor follar, no pelear.